viernes, 14 de enero de 2011

Podemos alimentar 9.000 millones de personas en 2050

Los ecologistas llevan décadas avisando de que el mundo está al límite de su capacidad de recursos: los 2.000 millones de personas que se sumarán a los 7.000 millones actuales en los próximos 40 años están, por tanto, condenados a la hambruna o a la expoliación definitiva del medio ambiente. El aviso no es nuevo –recordemos las apocalípticas profecías del Club de Roma en los años 70, que nunca se cumplieron- así que para muchos el aviso suena a deja vú y para algunos al cuento del lobo.

El argumento de los optimistas es el mismo que esgrimieron en el siglo XX: los avances tecnológicos esquivarán los problemas de la superpoblación. Si en aquel entonces fue la revolución verde la que salvó del hambre a millones de asiáticos, ahora debería ser un modelo global de ganadería, con menor despilfarro y, ojo, un reparto más equitativo de las proteínas animales.

Agrimonde”, un estudio realizado por las agencias alimentarias francesas INRA y CIRAD se planteó un escenario en el que 9.000 millones de personas que poblarán el planeta en 2050 (que podrían ser 8.000 o 10.500, dependiendo de leves cambios en la fecundidad femenina) tengan acceso a 3.000 calorías diarias, incluyendo 500 provenientes de fuentes animales.

Según el responsable del estudio, los investigadores se encontraron con “tres grandes condiciones” para que el objetivo sea posible: “La mayor sorpresa fue que algunas regiones dependerán aún más que ahora de las importaciones de alimentos, incluso si su producción agrícola se incrementa”. Por tanto, una de las condiciones es evitar las fluctuaciones excesivas en los precios de los alimentos, tales como los que originaron una hambruna en 2008.

En lo que sí están de acuerdo con los ecologistas es en la segunda condición para que la Tierra dé de comer a todos: un reparto más equitativo del consumo. Cada habitante de los países ricos desperdicia 800 calorías diarias de comida.

El modelo que plantea el estudio “Agrimonde” considera que una cosecha realista podría alimentar a 9.000 millones de personas, incluso tomando medidas de protección ambientales, como evitar talar los bosques o reducir el consumo de combustibles fósiles. En el aspecto energético, un segundo estudio (“One Planet, Too many people?”) plantea un modelo energético bajo en carbono para combinar ambos parámetros: mantenimiento del consumo energético per capita y no agresión al entorno natural.

Visto en New Scientist. Estudio completo “Agrimonde” [en inglés, .pdf].

Imagen propiedad de National Geographic.

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