lunes, 29 de noviembre de 2010

Una noche loca

Las series de televisión siempre han estado en un segundo plano dentro del mundo del séptimo arte. Era la única salida para actores fracasados y servían de entretenimiento para las comidas del mediodía. Poco a poco, todo ha ido cambiando. En un mundo hiperconectado, donde no existen barreras geográficas, las series han ganado un peso con el que sólo habían soñado. Ahora los actores de éxito quieren cameos para aumentar su popularidad y los mejores guionistas se han centrado en este nuevo formato. Ha nacido una nueva adicción.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

«Si abres tu mente demasiado, se te caerá el cerebro»

Como esta semana no tengo ni ganas ni fuerzas para escribir algo mío, subo este video humorístico que vi el otro día en Microsiervos.

Los llamados "abiertos de mente" se abren tanto a veces, que se les va a caer el cerebro. Y Tim Minchi explica esto mismo con su canción, donde no deja títere con cabeza: astrología, religión, homeopatía, videntes... todos ellos son desmontados bajo una sola premisa: que demuestren sus condiciones bajo pruebas rigurosamente controladas. Pero el planteamiento de Tim también puede ser desmontado fácilmente por cualquiera que tenga ligeras nociones metodológicas o de filosofía de la ciencia... ¿Qué entendemos por "pruebas rigurosamente controladas"? ¿Acaso lo que consideramos ciencia no depende del momento en el que ésta se haga? Muchas cuestiones podría añadir aquí para darnos cuenta de que las cosas no son tan sencillas como parecen. En todo caso, termino con una frase de Lessing que leí el otro día ojeando el libro L'evolution et la structure de la doctrine de la science chez Fichte (Martial Gueroult, 1930): "Sin duda, cuando fueron reveladas las verdades religiosas, no eran racionales, pero fueron reveladas para que llegaran a serlo". Por ejemplificar, muchas de las técnicas espitiruales empleadas durante siglos por las grandes religiones, actualmente se está descubriendo que, no sólo funcionan, sino que son superiores a otras técnicas psicoterapéuticas (farmacológicas incluidas) consideradas más "científicas" a mediados del siglo XX.

Aún con todo, gran "canción" e interesante crítica en tono de humor.


sábado, 20 de noviembre de 2010

El mapa mutante de Europa, un antídoto contra los nacionalismos

10 centuries in 5 minutes from scott lewis on Vimeo.


El mapa actual de Europa se parece más al que estudiaron nuestros abuelos antes de la primera Guerra Mundial que al que estudiamos los que fuimos niños en el último tercio del siglo XX. La animación que podéis ver arriba resume la evolución de los países europeos y sus fronteras en 1.000 años de historia. ¿El resultado? Como dice el Tao, todo fluye, nada permanece: imperios que parecía inamovibles, como el otomano, se extinguen en unos minutos (que son siglos, pero qué importa) o la URSS, que parecía sólida como una pirámide, duró menos que una vida humana.

Las identidades colectivas son una ficción interesada. Interesada, por ejemplo, para los gobernantes, necesitados de un sentimiento compartido –la nación, en este caso- para poder enardecer a las masas. Sucede, no obstante, que la práctica totalidad de los estados hoy existentes son fruto de una serie de concatenaciones, carambolas, alianzas y tejemanejes, más que de esa entelequia que es la identidad común, un intento de unir cuyo efecto inevitable es separar de otras identidades.

Así, el habitante de la Patagonia celebrará con igual fervor que el mendocino el gol de Messi a Brasil, aunque probablemente ignore que es casi cuestión de azar que su estancia pertenezca hoy a Argentina en lugar de hacerlo a Chile, Inglaterra o Alemania. Brasil acabó siendo la perla de Portugal en el mundo, pero durante veinticinco años (1630-1654) pareció que Holanda iba a hacerse con aquel botín. De haber prosperado el Brasil holandés Vinicius de Moraes tal vez se llamara Devisser Van de Hoge y cantaría en un idioma tan poco propicio a la bossa nova como el neerlandés.

Los ejemplos anteriores son intencionadamente inocuos, pues por fortuna el orgullo nacional va quedando restringido a cuestiones folklóricas, como el balompié o el Festival de Eurovisión, especialmente en esta Europa mutante en la que estallaron las dos guerras mundiales que incendiaron el mundo en el infame siglo XX.

Todo esto lo dice, mejor y con menos palabras, El Roto:

domingo, 14 de noviembre de 2010

Filosofía y psicología

"Un octogenario no debería presentarse dando la impresión de hablar demasiado de sí mismo. Nada hay tan original en un anciano como ser todavía contemporáneo y haber conocido en persona a hombres como Gerhart Hauptmann y Stefan George, Paul Natorp y Rabindranath Tagore, Husserl y Scheler, Ortega y Gasset y Cassirer. Intentaré describir cómo alguien como yo - no necesariamente yo mismo - echó raíces en la filosofía académica de nuestro siglo. Cuando me doctoré como alumno de Paul Natorp en 1922, un jovencito inmaduro, no era ni mucho menos un talento precoz, sino un buen estudiante de la filosofía neokantiana, predominante a la sazón, aunque ya se encaminaba hacia su disolución espontánea […] Sin embargo, el lector de Kierkegaard y Dostoyevski que era yo estaba lleno de un profundo escepticismo hacía toda la problemática filosófica, también hacia el llamado sistema de los problemas.Así pues, la radical destrucción del conceptualismo tradicional greco-latino que Heidegger exponía con impetuosidad encontró en mí una resonancia bien dispuesta, que se fortaleció considerablemente bajo la poderosa influencia de Wilhelm Dilthey. A través de él me llegó la herencia de las ciencias filosóficas románticas. Esta herencia fue efectiva sobre todo a través de la filosofía del espíritu de Hegel, pero todavía me marcó más escuchar continuamente la voz de la poesía: la de Jean Paul y Hölderlin, Stefan George y Reiner María Rilke. Cuando más tarde Heidegger se apartó de la trascendental representación de sí mismo y del apasionamiento existencias de ‘ser y tiempo’ y empezó a reflexionar sobre las visiones hölderlinianas, lo sentí casi como una legitimación tardía […] El hecho de que el pensamiento posterior de Heidegger - de nuevo con el incomparable radicalismo que le distinguía - volviera al logocentrismo de los griegos y descubriera en él el inicio del pensamiento subjetivo de la época moderna, no pudo impedir que la filosofía griega en su conjunto, y no sólo en los presocráticos, ejerciera su fascinación sobre mi.

Me podría preguntar si he aprendido suficiente lógica y suficiente Kant. Pero el hecho de que la sabiduría humana, transmitida oralmente a través de la retórica y la poesía, hubiese perdido sin motivo su validez dentro de la cultura científica moderna y hubiera que restituírsela me condujo a Platón y a Aristóteles y de Vico a Herder hasta Hegel y la hermenéutica. ¿Quién no hace de su debilidad una virtud? Sin duda fue mi virtud y mi debilidad tener que defender al Otro y su derecho […] No creo que semejante diálogo continuado con la tradición de nuestro pensamiento debilite el ímpetu mental que recibí a través de Heidegger y que me indicó el camino […] Fue el radicalismo con que Heidegger convirtió en tema filosófico la temporalidad e historicidad del ser y con que trató a la vez la destrucción del subjetivismo de la época moderna lo que me invitó a la crítica del positivismo y Psicología de Dilthey, incitándome al mismo tiempo a una conciencia incrementada en el trato hermenéutico con el pasado y en especial con la filosofía griega […] Me avine bien con el Heidegger tardío, preguntando por la verdad en el arte pero dejando una especie de opción para la ‘Antigüedad’ en general. Porque todo su pensamiento, no sólo el de los presocráticos, no estaba dominado todavía por la superioridad de la conciencia individual ni determinado por la preocupación de la cognición reconocida.

Soy ciertamente consciente, y esto empezó muy pronto, cuando leí a Kierkegaard y entonces me apropié del Hegel más vivo, de que pertenezco a fin de cuentas a la gran línea de críticos del idealismo que precisamente en nuestra juventud hicieron suya la empresa de Kierkegaard bajo el nombre de filosofía existencialista. Tampoco me hago la ilusión de haber sabido recibir plenamente los impulsos procedentes de Heidegger, ¿quién ha sabido hacerlo? No obstante, me sigue pareciendo cierto que la lengua no es sólo la casa del ser, sino también la casa del ser humano, en la que vive, se instala, se encuentra consigo mismo, se encuentra con el Otro, y que la estancia más acogedora de esta casa es la estancia de la poesía, del arte. En escuchar lo que nos dice algo, y en dejar que se nos diga, reside la exigencia más elevada que se propone al ser humano. Recordarlo para uno mismo es la cuestión más íntima de cada uno. Hacerlo para todos, y de manera convincente, es la misión de la filosofía".

Gadamer, La misión de la filosofía (1983), 151-154.

sábado, 13 de noviembre de 2010

¿Por qué los países pobres son más religiosos?

La gráfica de arriba muestra la relación entre ingresos per cápita y religiosidad (“¿Cuán importante es para ti la religión?”, según la encuesta mundial de valores de Gallup) en los países del mundo. La correlación es inequívoca: cuanto más pobre es un país, más religiosos son sus habitantes. ¿A qué es debido?

La lectura más simplista es que la propia religión actúa como freno al desarrollo económico de las sociedades. Esta hipótesis tiene cierto predicamento, en tanto la secularización de Europa allanó el camino a la Revolución Industrial, y resulta tentador extrapolar aquella experiencia a otras latitudes y épocas. No obstante, esa asociación automática entre religión y desarrollo (científico, tecnológico y económico) es muy osada, por dos motivos: 1. Asume que existe una relación causa-efecto entre ambas variables, y que la religiosidad de una sociedad es la causa y no la consecuencia del subdesarrollo y 2. Equipara todas las religiones al inmovilismo de algunas de ellas: no es lo mismo una teocracia islámica que el sintoísmo nipón.

El caso de África es significativo. Los africanos siempre han sido religiosos de la vieja escuela: animistas y politeístas. En los últimos 110 años, además, han adoptado masivamente dos religiones del Libro: el cristianismo y el Islam. Si a principios del siglo XX apenas había 18 millones de creyentes de ambas fes hoy suman más de 700 millones (470 millones de cristianos y 234 millones de musulmanes), en lo que es la más veloz y masiva conversión religiosa de la historia de la Humanidad.

Ahora mismo, el África subsahariana es la zona más religiosa del mundo, como han comprobado los investigadores del Pew Forum, que encuestaron a 25.000 personas de 18 países, del Sahel a Sudáfrica: la inmensa mayoría de la población cree en Dios, en el cielo y el infierno y en que la Biblia es la palabra literal de Dios. Una gran mayoría también piensa que Jesús volverá durante sus vidas.

El continente negro ya era pobre antes de la conversión masiva al Islam y al cristianismo y hoy es aún más pobre, sobre todo si lo comparamos con muchas otros países de Asia y América, que en este último medio siglo han vivido un desarrollo económico espectacular. Por tanto, cabe plantearse que el “hambre de Dios” que tienen los africanos sea una búsqueda de consuelo ante una situación precaria, cuando no desesperada. De ser así, la religión no sería causa sino consecuencia de la pobreza, una posibilidad que rechazan de plano los apologetas de la maldad de la religión, como Dawkins y Hitchens. Otro asunto bien distinto es si esa masiva religiosidad actúa como un lastre en el desarrollo futuro de estas sociedades.

Pero toda regla tiene una excepción: en este caso Estados Unidos, uno de los países más ricos (per capita, porque la desigualdad es enorme y no deja de crecer) del mundo y el más religioso del hemisferio occidental: dos tercios de los estadounidenses consideran que la religión es muy importante para sus vidas, un porcentaje similar a los países del Golfo Pérsico. En España el 49% respondió afirmativamente a esa pregunta. La media mundial es un impactante 80%.

El gráfico se lo tomo prestado a Charles Blow, de NYT, que utilizó la fabulosa herramienta Gapminder para confirmar lo que ya insinuaba Gallup: cuanto más pobre es un país, más religiosos son sus habitantes.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El sueño del Bio-LED: polvo de oro para que los árboles iluminen la noche


La bioluminiscencia, o la capacidad de muchos seres vivos de producir luz y brillar en la oscuridad, es un fenómeno totalmente natural que lleva años fascinando a los científicos. Unos físicos electro-ópticos de Taiwán han descubierto que las nanopartículas de oro pueden inducir la bioluminiscencia en las hojas de las plantas, lo que permitiría, por ejemplo, utilizar los árboles plantados en las calles y carreteras para iluminar el camino al que han dado sombra por el día.

Se convertiría así a nuestras amigas las plantas no sólo en valiosos sumideros de CO2, sino también en generadores de energía lumínica ilimitada para nuestro futuro. Los científicos taiwaneses llegaron a este descubrimiento mientras estudiaban nuevos compuestos para lograr diodos emisores de luz (LED) más eficientes.

La iluminación LED ha sustituido a las fuentes de luz tradicionales en los alumbrados públicos de las carreteras y calles. Sin embargo, una gran cantidad de diodos emisores de luz, blanca sobre todo, utiliza polvo de fósforo para estimular longitudes de onda diferentes. Pero el polvo de fósforo es altamente tóxico y su precio es caro.

El Dr. Yen-Hsun Wu y su equipo ha descubierto un método que es menos tóxico para reemplazar el polvo de fósforo por polvo de oro, tan fino que no se ve, pues está en escala nanométrica.

En su investigación, Dr. Yen-Hsun Wu implantó nanopartículas de oro en la Bacopa caroliniana, una planta acuática de agua dulce, y fue capaz de inducir la clorofila en las hojas para que produjera una iluminación de color rojo. La clorofila vegetal muestra bioluminiscencia en una longitud de onda de alta (400 nm) de excitación ultravioleta. Por el contrario, las nanopartículas de oro se excitan en longitudes de onda más cortas. Mediante la implantación de las nanopartículas en las plantas de Bacopa caroliniana, fueron capaces de lograr que la clorofila de las hojas produjera un brillo bermellón en el espectro de luz visible.

En el futuro, el conocimiento sobre estos “bio-LEDs” podría ser usado para plantar árboles que iluminen las calles y carreteras, permitiendo alcanzar fácilmente tanto las metas de ahorro de energía como las de protección del medio ambiente. Y aunque el oro está por las nubes, tampoco sería un método excesivamente caro.

Se ha conseguido sintetizar estas nano-particulas de oro en el laboratorio para muchas aplicaciones, desde detectores cancerígenos a vacunas. Pero este “oro invisible” nanométrico, oculto a los ojos del hombre, está muy presente en la naturaleza en aguas subterráneas que son muy saladas o ácidas, ya que estas aguas disuelven el oro primario y lo redepositan en los lechos como cristales de oro puro, en forma tan pequeña que los buscadores del metal precioso nunca podrían verlo sin ayuda de un espectrómetro de electrones.

Quizá regando los árboles con estas aguas para que sintetizaran las nanopartículas prodigiosas, se podría cerrar el círculo y lograr que su brillo alumbrara el camino en este futuro incierto que nos espera.

Vía RSC

sábado, 6 de noviembre de 2010

Ensoñaciones Fantásticas (serie 4)

El espíritu de Amaterasu




Cuenta la leyenda que Amaterasu, la más hermosa diosa del panteón japonés, diosa del Sol, nació del baño del ojo izquierdo de Izanagui. Este dios decidió dividir el mundo entre sus tres hijos, ofreciendo su collar sagrado, símbolo de soberanía, a Amaterasu para que reinara en los cielos y llevase la luz al mundo. Sus dos hermanos eran el dios de la luna Tsuki Yomi, y Susano-O, un poderoso y violento Dios asociado con las tormentas.

A Susano-O le molestó que su hermana gobernara en los cielos, pero tras ciertas argucias consintió que viviera allí también. En vez de agradecérselo, su hermano, caracterizado por su crueldad, hizo lo imposible por enfadar a la diosa. Destruía los campos divinos de arroz con los que la diosa alimentaba a Japón. Ensuciaba con estiércol los suelos del palacio real. Pero lo que realmente hizo entristecer a la diosa, fue la muerte de su caballo celestial. La diosa, que hasta ahora siempre había sido muy feliz, conoció el llanto y la amargura, y para que no la vieran así, decidió encerrarse en una cueva que tapió con una gran roca. A causa de ello, las islas se sumieron en las tinieblas y la tristeza. Las plantas dejaron de crecer, y todas las actividades se paralizaron. Temiendo que esto fuera así por toda la eternidad, otros dioses fueron a buscarla. Amaterasu no quería salir así que decidieron engañarla. Formaron una gran fiesta en nombre de una diosa maravillosa. Curiosa la diosa, salió a conocer quien era esa nueva deidad, y cual fue su sorpresa al verse reflejada en un espejo que el resto de los dioses habían puesto a la entrada, cosa que alegró mucho a la diosa y volvió a brillar saliendo de la cueva.

Su hermano fue expulsado del reino de los cielos, y tuvo que conformarse con el reino de los mares. Amaterasu, viendo como la querían en Japón, envió a su nieto Jinmutenno a la tierra, para ser el primer gobernante, y de ahí explican la divinidad de la monarquía japonesa. Un día, el sol decidió crear al hombre para que habitara las hermosas islas creadas por Izanagui e Izanami (refiriéndonos al archipiélago de Japón...). Con sus propios rayos, moldeó a una hermosa mujer, Amaterasu, y la nombró Diosa de la Luz. Después creó al resto de los dioses para que la hicieran compañía.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Somos Medios Sociales: ¿Quién nos vende?


La increíble adopción de las redes sociales por parte de la sociedad conectada tiene una explicación de lo más lógica. Y realmente nadie puede sorprenderse. Como suele decirse: estaba cantado. Sólo hacían falta los medios, y esos, con la universalización de internet, llegaron. Por un lado las conexiones son cada vez más rápidas, y el acceso es ya posible casi desde cualquier sitio gracias a la tecnología móvil. Por otro, el software para crear contenidos ya no es algo que haya que cargar y saber utilizar. La grandeza del 2.0 vino realmente cuando el navegador era todo lo que necesitabas para publicar una web, blog, álbum de fotos o lo que fuera. Si después llega alguien que inventa un lugar en el que todo eso está junto y puedes empezar directamente desde el primer día, como por ejemplo Facebook, lo normal es que la gente lo use con decidida alegría.

Al principio, los especialistas en comunicación lo vieron como un peligro para las marcas por la pérdida del control sobre lo que se dice de ellos (ahora cualquiera podía expresar sus dudas y quejas y ser escuchado). Después pensaron que si la gente estaba allí, era un buen soporte para poner sus anuncios. Y finalmente, llegaron a la conclusión de que lo que había que hacer era unirse al enemigo, hacerse pasar por uno de ellos y conversar. Hemos pasado del concepto el medio es el mensaje” a el medio eres tú.

¿Pero cuál es la verdad sobre los usuarios y las redes sociales? ¿A quién le interesa realmente? ¿Qué ganamos nosotros?

Las redes sociales, como las conocemos pueden desaparecer, pero el concepto permanecerá. Se adaptará a las nuevas invenciones y a los nuevos soportes que surjan, pero lo que está claro, es que al usuario ya no le calla nadie. Mirad esta foto en un aparcamiento de AZCA en Madrid. Para quienes no lo conozcan, decirles que es un complejo subterráneo de varios niveles, que ocupa una manzana entera y cuenta con diversos parkings. En éste concretamente, los cajeros automáticos no se encuentran como deberían en la entrada al aparcamiento, o en una de sus plantas, sino en el interior de la tienda, muy lejos y escondido. Si además tenemos en cuenta que esa tienda no tiene una sola entrada, sino muchas y muy distantes… validar el ticket y pagar puede ser realmente una aventura. Pues bien, para informar al usuario, el centro comercial colocó un cartel 1.0 en el parking, pensando que era suficiente… y el resultado es el que puedes ver:


El usuario ya no se calla. Te guste o no, te responde, opina y critica, pero también es capaz de colaborar y sugerir positivamente. O bien da consejos a los demás usuarios, o bien le dice a quien corresponda lo que debería hacer:

  • “Indicar dónde”
  • “Eso!”
  • “En la tienda”
  • “Orilla de los muebles”
  • “Pongan cajero aquí, por favor”

Convierten todo en un muro, y claro, como en todas partes hay trolls, y alguno se molestó tanto que decidió hacer un enorme click con su puño…

Somos sociales, y nos gusta opinar. Lo hacemos en internet, pero no cambia nada con lo que hacíamos antes. La radio siempre fue un medio cercano y gran prescriptor, entre otras cosas porque abrían con frecuencia sus micrófonos a los oyentes. ¿No era eso contenido generado por el usuario? También se llamaba a las emisoras para dedicar canciones. ¿No era eso compartir contenido? Por no hablar de las puertas de los servicios públicos, como en la foto de portada del post…

Otros medios eran más cerrados. La prensa filtraba las cartas al director, pero recibía miles. Basta ver cómo se llenan de comentarios ahora las noticias o columnas de los periódicos digitales. La televisión, por su parte, adoptó rápidamente la fórmula de la “participación ciudadana” en sus programas mediante la emisión en sobreimpresión de los comentarios vía sms. Todo un filón económico en cada comentario, dijera lo que dijese…

Un filón económico. Eso es lo que es. ¿Pero para quién? Los usuarios utilizan las redes sociales de forma gratuita, y generan contenidos, pero tampoco obtienen beneficios por su trabajo. Eso debería hacernos pensar un poco. ¿Qué ganamos cada uno?

Los usuarios, sólo obtenemos lo que necesitamos por nuestra propia naturaleza. Por un lado, compañía en un mundo moderno en el que las relaciones interpersonales se estaban perdiendo. En mega ciudades deshumanizadas, llega la fría tecnología y nos permite compartir emociones e inquietudes. Y por otro, saciamos un instinto innato a nuestra naturaleza de ser sociales. Para Aristóteles y Platón, el hombre es un animal social y necesita de los de su especie para sobrevivir:

“Es pues manifiesto que la ciudad es por naturaleza anterior al individuo, pues si el individuo no puede de por sí bastarse a sí mismo, deberá estar con el todo político en la misma relación que las otras partes lo están con su respectivo todo. El que sea incapaz de entrar en esta participación común, o que, a causa de su propia suficiencia, no necesite de ella, no es más parte de la ciudad, sino que es una bestia o un dios”. (“Política”, libro 1,1)

Pero no nos engañemos. Con las redes sociales, los que de verdad ganan, son quienes viven de ellas. Y si ganan dinero, es gracias a los usuarios. Que son al mismo tiempo, mercancía en venta, y el medio en el que se venden.

Mercancía en forma de audiencia publicitaria, que hace posible convertir al creador de Facebook en uno de los hombres más ricos del mundo, regalando a sus usuarios el uso de su desarrollo, pero cobrando a otros por la publicidad. Sólo el 4% de los usuarios hace click en un anuncio en Facebook, pero como son más de 500 millones, su creador Zuckerberg ha ganado ya más de 4.000 millones de dólares. El nos regala su aplicación, y nos vende a sus clientes.

Y mercancía como carne de cañón, vendidos al peso como máximo activo por ejemplo de una empresa llamada Tuenti, vendida por unos 70 millones de euros sólo cuatro años después de su creación.

Sin olvidar al ejército de asesores, consultores, expertos y apóstoles que han encontrado el camino para obtener sus ingresos, y en algunos casos, fama. Muchos de los que pregonan que “la publicidad ha muerto” olvidan que esas redes sociales no la han asesinado. La tienen secuestrada y obtienen su rescate a diario.

¿Cuánto durará eso? ¿Nos cansaremos de que nos coloquen publicidad en nuestras conversaciones íntimas? ¿Querremos seguir viendo anuncios mientras vemos las fotos de nuestras vacaciones? ¿Aparecerán las redes sociales de pago, privadas, y libres de publicidad? Yo creo que es más que posible que eso ocurra. Porque todo tiene un precio, y si no lo pagas de una manera, lo pagas de otra.

La imagen de arriba está tomada del blog de Delfina Palma.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

No hay peor sordo que el que no quiere oír ni editor que el no quiere editar

Me resulta casi increíble el reportaje de R. Muñoz y J. R. Marcos en El País titulado La tableta da alas al libro 'pirata' en el que se enumeran los temores de los editores frente al éxito de ventas de dispositivos como el iPad.

Según los editores, este éxito ha repercutido en que las descargas no autorizadas de libros digitales hayan pasado de un 19% del total del mercado en el último semestre de 2009 a más de 35% en la actualidad, y calculan que han dejado de ingresar más de 400 millones de euros en el primer semestre de este año por causa de estas descargas no autorizadas.

No se si las cifras son ciertas o no, pero a la Federación de Gremios de Editores de España le ha faltado tiempo para ir a llamar a la puerta del gobierno para decir que ellos también creen en que la Ley Sinde les sacará del apuro.

Supongo que lo de que Libranda, la plataforma que han montado para distribuir libros en formato electrónico, que no es compatible con esos iPad que tanto temen o con el Kindle de Amazon no tiene nada que ver con que los compradores tengamos que recurrir a buscar contenido para nuestros dispositivos en esas descargas no autorizadas.

Supongo también que el que los precios de los libros en formato electrónico sean iguales -sino superiores- a sus contrapartidas en papel tampoco tiene nada que ver o que a muy pocas editoriales se les haya ocurrido ofrecer un paquete a precio atractivo de la edición en papel y la electrónica.

Menos mal que José Antonio Millán da la contrapartida a todas estas sandeces en su artículo Malas y buenas noticias en el que menciona precisamente esta falta de oferta, la lentitud en sacar las ediciones electrónicas, absolutamente inexcusable en una época en la que prácticamente todos los libros nacen ya en formato electrónico, o la aparente falta de imaginación a la hora de pensar nuevos modelos de negocio.

Y es que todo esto no debería pillarles de sorpresa. Uno piensa que podrían haber aprendido algo de los sinsabores de la industria audiovisual y de lo mal que les está funcionando su estrategia de intentar solucionar la cosa por la vía judicial.

Pero claro, eso hubiera sido un poco un cuento de hadas, y se ve que los editores además de no editar tampoco leen.

Actualización: Por problemas de espacio en el papel al artículo de José Antonio le falta un párrafo, que reproduce en su blog y copio aquí:

«La situación actual, plagada de descargas no autorizadas, tiene un aspecto positivo: ¡existe la demanda!, ¡hay gente a la que le encanta leer!, ¡en pantalla se puede leer tanto o más que en papel! ¿No será que fallan las alternativas de negocio? Cada vez que hay nuevos cálculos del acceso a obras sin autorización se habla de la “merma de negocio”, y no es así (como ya se ha visto repetidamente en el caso de la música): no toda obra descargada ilegalmente habría sido comprada, y menos a esos precios…»

Leído hoy en microsiervos.com