lunes, 14 de marzo de 2011

Oneironauticum: ¿es posible encontrarse en sueños?

Imagen de Eddi van W en Flickr (CC).

Todas las culturas, tradiciones místicas y escuelas filosóficas han otorgado una gran importancia a la actividad onírica. El sueño es un estado no convencional de conciencia que, según la escuela de pensamiento, sirve como puerta de entrada al subconsciente, terreno de encuentro con los espíritus o herramienta para atisbar el futuro.

Sin embargo, por su propia esencia evanescente poco se sabe realmente de los mecanismos del sueño o de su función evolutiva -¿por qué soñamos en lugar de no soñar?, ¿por qué en ocasiones recordamos vívidamente los sueños pero en otras los olvidamos completamente? Pero si la ciencia carece de métodos o interés para desentrañar los sueños algunos grupos están abriendo camino en la investigación subjetiva del fenómeno onírico.

Es el caso de Oneironauticum un grupo que se reúne el último sábado del mes en San Francisco para soñar juntos. Según cuenta la revista Pijama Surf, los onironautas –como se hacen llamar a sí mismos- comparten un “oneirogen”, que puede ser una música, una infusión o algún tipo de meditación del yoga nidra, el yoga del sueño, y se postran en sus camas para participar en una larga ensoñación de al menos nueve horas en las que la idea es compartir el escenario de un sueño, como sucedía en la película “Incepcion” y ya describimos en este mismo espacio.

Por ejemplo, en el último encuentro publicado en su página web el grupo durmió acunado por los acordes de Somnium, una obra de siete horas del compositor Robert Rich compuesta expresamente para fomentar el sueño lúcido, ese estado sutil en el que, como escribí en otra ocasión (perdón por la autocita),

“El soñante ya no es un títere a merced de los delirios de un dramaturgo demente sino el guionista de su propio sueño: en un determinado momento del sueño se enciende la luz de la conciencia e ilumina las tinieblas del sueño”.

Pero no es necesario residir en la Bahía de San Francisco para participar en estos encuentros. Recordemos que los sueños no transcurren en un espacio físico sino en uno mental, una matriz tal vez compartida por la consciencia colectiva. Así lo cree la doctora Marylin Schlitz, directora del centro de investigación Institute for Noetic Sciences y citado por Lucio Montlune en el artículo de Pijama Surf. Dice Schlitz,

“Las implicaciones son que todos estamos conectados, y que nos entrelazamos los unos a los otros a un nivel interno. La información recabada sugiere que no somos seres aislados, sino que de hecho estamos relacionados en un plano profundo. Soñamos juntos, co-creamos juntos, podríamos mover nuestra conciencia de una conversación sobre el “yo” a una sobre el “nosotros”, sobre nuestra experiencia conjunta. Todos somos fragmentos de sueño de algo más, y ello implica que si la gente dedicará mayor tiempo a compartir sus sueños podríamos construir un mejor modelo para el futuro”.

Es evidente que el propio carácter subjetivo y no verificable del acto onírico crea un marco idóneo para la intrusión de superchería y seudociencia. Puede que muchos de los cursos y prácticas que se autopublicitan dentro de este magma de la ensoñación sean sólo palabrería. O puede, por el contrario, que la práctica constante y disciplinada de la atención consciente nos encamine hacia un sueño más consciente y revelador y, quién sabe, también acabemos encontrándonos en sueños, como los audaces soñantes del Club de los Onironautas, cuyo sensacional sueño fundacional se describe aquí.

Visto en Pijama Surf a través de cookingideas

Y además:

-El sueño lúcido: cómo soñar como los protagonistas de “El origen”.

1 comentario:

  1. Va a sonar muy raro, pero yo practico para tener sueños lúcidos, así puedes controlar tus sueños.

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Gracias por comentar mi publicación!!