martes, 5 de octubre de 2010

Reflexiones sobre el arte de crear

"Cuando veo basura como ésta, por fin entiendo lo que está mal en el mundo. He visto esta película y era absolutamente espantosa. Le pondría estrellas negativas si Amazon.com las tuviera. Cualquiera que sea fan de una de estas películas debería, no ir andando, sino corriendo al psicólogo más cercano, porque realmente necesita que le examinen la cabeza, ¿Y nos preguntamos por qué la violencia y los serial killers son parte de nuestra sociedad?

Crítica de un usuario de Amazon.com al DVD de Sonrisas y Lágrimas (La novicia rebelde en Hispanoamérica).


En Ilustrae (http://www.ilustrae.com) se publicó hace tiempo una historia muy divertida. La gente de Cynical Blog había comenzado a publicar una tanda de post titulados “No puedes complacer a todo el mundo” (YCPE “You can’t please everyone”) en donde recopilaban las críticas con una sola estrella a obras mundialmente reconocidas y/o premiadas en Amazon.com. De vez en cuando sigo como va esta sección, y algunas de las entradas hasta las he impreso, para recordar precisamente eso, que“no puedes complacer a todo el mundo”. Por poner algunos ejemplos recientes: sobre Blade Runner hay una reseña que dice: “Esta es la peor película que jamás he visto. No entiendo como le puede gustar a la gente, es aburrida y estúpida y Harrison Ford es lo peor”. Sobre Dustin Hoffman en El Graduado: “Es un malísimo actor”. O sobre el Abbey Road de los Beatles: “No puedo entender por qué a la gente les gustan los Beattles, son tan aburridos como Pink Floyd, no escuchéis a los imbéciles que han puesto cinco estrellas, los Beattles son lamentables”. Sonrisas y lágrimas ganó el Oscar a la mejor película en 1965; El Graduado obtuvo, dos años después, un Oscar y seis nominaciones, entre ellas al mejor actor. Blade Runner tuvo dos nominaciones en 1982 y está considerada una de las mejores cintas de ciencia ficción de la historia del cine (http://totalscifionline.com/features/3809-the-100-greatest-sci-fi-movies) y de los Beatles: ¿hace falta decir algo?. En realidad no te tienen que gustar obligatoriamente ninguna de estas obras. Ya se sabe, para gustos, los colores. Lo que es evidente es que algunas de estas películas, actores o bandas musicales están entre las más importantes de la historia. ¿Y que sean tan famosas las hace buenas? ¿no podría ser simplemente que nos falte aún la perspectiva del tiempo? Es posible, porque que algo le guste a mucha gente no quiere decir que sea necesariamente bueno. Lo que está claro es que hay cosas que gustan más y cosas que gustan menos, y entrar en el debate de si lo que “gusta a más gente” es mejor o peor que lo que “gusta a una minoría”, quizá más informada, es un debate demasiado profundo y amplio, y a aquí quiero centrarme en otro tema. Mi pregunta es: ¿de que vale la critica? ¿Puedo encontrar algo positivo en una critica, aunque se haya hecho con un evidentísimo enfoque destructivo? En primer lugar lo que nos plantea cualquier crítica es que hay un “algo” criticable, o sea un algo creado. Artistas, inventores, empresarios… todo el que crea, está en realidad ordenando, va en dirección contraria a las leyes del universo, ¡casi nada!. Con eso por delante, una critica a todas luces destructiva es, al menos, un reconocimiento a una gran tarea.

Así que primero y principal, ¡crea! y si has creado algo ¡enhorabuena!.

Y ahora todo lo demás.

Las criticas de este tipo son en realidad un espejo del que las escribe, y como tal hay que tomarlas. Cuando alguien hace un ejercicio de crítica, puede que esté intentando ayudar sinceramente a futuros consumidores y orientarles ante un “desastre”, o simplemente puede estar intentando ser escuchado y poder reivindicar su identidad marcando una diferencia con el objeto comentado. De todo hay en la viña del comentario critico, mala gente y buena gente enfadada, mala gente informada y buena gente constructiva que pretende ayudar.

Sin embargo, en lo que si que estoy de acuerdo con todos ellos, de uno u otro tipo, es que sin crítica no hay productos de excelencia. Y los primeros que tienen que hacerse la crítica son los miembros del equipo creador. No hay creación sin critica interna porque crear es ordenar, sí, pero es ordenar y desordenar, y ordenar, y desordenar, hasta dar en el clavo. Cualquiera de los productos que vayamos a desarrollar tiene que estar expuesto a una profunda reflexión, interna y externa, para conseguir sacar lo mejor de nosotros mismos. Si sois unos genios os valdrán vuestros propios filtros y categorías; pero si, como yo, no lo sois, dejadme daros dos ideas que a mí me valen cuando me pongo a construir algo:

Primera: estudia. Muchas veces he oído la frase: “a mi no me gusta copiar ni hacer lo que hacen otros, quiero hacer algo que salga de dentro de mi”. Entonces yo les hablo de mi teoría del pianista espontáneo: “… ¿Te imaginas que dijera lo mismo uno que quiere aprender a tocar el piano? Posiblemente le echen de casa”. Si se trata sólo de dejar salir lo que tienes dentro… la mayoría de las veces saldrá algo malo. Para cualquier creación hay que estudiar, mirar y analizar lo que hacen los maestros, los que ya han estudiado antes o los que SÍ que son unos genios (es más sano partir de la base de que tú no lo eres, incluso aunque estés casi seguro de serlo) Hay que estudiar lo que aún no se ha hecho y preguntarse por qué no se ha hecho y a dónde tengo que llegar.

Y segunda: exponte a la crítica durante el proceso de creación. Si has estudiado mucho y has preparado tu mente a partir de aquí te será un poco mas fácil. Es necesario que a cada paso que des te plantees: ¿está suficientemente bien? ¿cómo podría ser mejor?, y cada una de estas preguntas debe ser contestada con honestidad y humildad, aunque estés contestando al peor de los críticos, que eres tú mismo. Después debemos exponerlo y observar y aceptar lo que los demás piensan, porque los demás son un inmenso espejo donde vas a ver tus fallos y los fallos de tus ideas, diseños, empresas o inventos. No te conformes con tu crítica; siempre que puedas haz algo que te guste a ti y que le guste a la mayoría de gente que se pueda (ya sabes que gustar a todos es imposible…)

La primera parte del proceso creativo es muy gratificante pero cuando empieza la crítica, se convierte en una tarea exigente de verdad. Hay que saber hacer ese trabajo y aceptar que la mayoría de nosotros estamos en el mundo para aprender y mejorar lo que hacemos. Hay que pulir y pulir, y si es necesario tirarlo todo y volver a empezar. Hay que conseguir poner en palabras qué es lo que no funciona y cómo podría funcionar mejor. Y cuantos más puntos de vista puedas recopilar, más posibilidades tienes de construir. Ser crítico y aceptar la crítica es una fantástica manera de avanzar.

Muchos creadores hacen bien la primera parte del camino, estudian mucho para conseguir un gran producto; pero llevan mal la segunda… y desde mi punto de vista no hay un buen trabajo sin una gran crítica, así que: ¡gracias a los críticos, sí, y a los críticos bordes también!

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