lunes, 4 de enero de 2010

La Inautenticidad según el existencialismo de Ludwing Binswanger

Alguien que no es auténtico ya no está “creciendo”, simplemente “está”. Ha cambiado la apertura por la cerradura, lo dinámico por lo estático, las posibilidades por las actualidades. Si la autenticidad es movimiento, sencillamente esta persona se ha detenido. Los existencialistas evitan las clasificaciones. Cada persona es única. En principio, empezamos con diferentes “materiales básicos” (genética, cultura, familias y demás). Luego, a partir de estas bases, empezamos a crearnos a nosotros mismos en virtud de las elecciones que vamos tomando. Por consiguiente, hay tantas formas de ser auténtico como personas existen, así como de no serlo.


La convencionalidad es la forma más común de no ser auténtico. Incluye la ignorancia de la propia libertad y el vivir una vida conformista de materialismo superficial. Si te las ingenias para ser como cualquier otro, no necesitarás escoger ni crear elecciones. Puedes dirigirte a la autoridad, a tu pareja o a la publicidad para que te “guíen”. Entonces caerás en lo que Sartre llamó "mala fe".


Otra forma de inautencidad es la llamada neurosis existencial. De cierta forma, el neurótico existencial es más consciente que la persona convencional: sabe que se enfrenta a elecciones importantes que le obligan decidir y ello le asusta De hecho, le asusta tanto que se sobresatura, se queda estupefacto o entra en pánico, o cambia su ansiedad existencial por una neurosis ansiosa y de culpa: encuentra algo “menos fuerte” (un objeto fóbico, una obsesión o compulsión, un blanco para su ira, una enfermedad o la pretensión de una enfermedad) para hacer más objetivas las dificultades de su vida. Un psicólogo existencialista diría que aunque puedas deshacerte de los síntomas con un buen número de técnicas, al final tendrías que enfrentarte a la realidad del Dasein, que significa en alemán "ser en el mundo".


Binswanger considera que la inautenticidad sería elegir un simple tema en la vida, o incluso un pequeño número de temas que condicionan y dominan al resto del Dasein. Estos sujetos "inauténticos" pueden poseer una personalidad dominada por la necesidedad de “retener” o “mantener dentro de uno”, de rigidez y perfección. O bien pueden no sentirse en control de sus vidas aludiendo constante y ansiosamente a la suerte, al destino o a la espera. Una persona que come de forma ansiosa puede estar dominada por un sentimiento de vacío y de necesidad de llenarse a sí mismo. Un adicto al trabajo puede estar dominado por sentimientos de pérdida del tiempo o de ser superado.


El análisis existencial tiene como meta la autonomía del paciente. De la misma manera en que enseñamos a un niño a montar en bicicleta, debemos sujetarles por un tiempo, pero eventualmente tendremos que dejarles ir solos. El niño podría caerse, pero si nunca le soltamos, ¡nunca aprenderá a montar! Si la “esencia” del Dasein es la responsabilidad y libertad en la propia vida, entonces no puedes ayudar a alguien a hacerse un humano más completo a menos que estés preparado para liberarle... ¿Cómo liberarle? En la siguiente entrada de blog. Por hoy ya es suficiente...

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